por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







martes, 21 de diciembre de 2010

Rocío Molina, Premio Nacional de Danza (y 3, esta vez sí)

Como algunos me habéis expresado la dificultad que tenéis para leer la página del Diario de Sevilla que reproduje hace unas semanas, con mi primera crítica-reseña de Rocío Molina, flamante Premio Nacional de Danza, os la ofrezco otra vez, en este caso precedida de una transcripción.


XLIII Festival de Cante de las Minas.


Segunda Semifinal del Concurso.

Cante: Mari Nieves Nieto, Niño del Romero, Manuel Domínguez, Raúl Montesinos, Loli Carbonell, Francisco Garrido, Juan Pinilla.

Guitarra: José Mª González El Mami.

Baile: Rocío Molina, Laura Cano, Juan Polvillo, Solera Chica, Asunción Pérez 'La Choni'.

Lugar: Antiguo Mercado de La Unión.

Fecha: Jueves 14 de agosto.

Aforo: Tres cuartos de entrada.

La segunda y maratoniana sesión del concurso se abrió con toda una sorpresa: el baile personalísimo de la malagueña Rocío Molina. En un género como éste de la danza flamenca, en el que estamos acostumbrados a ver los mismos gestos y poses una y cien veces repetidas, su baile no se pareció a ningún otro, por su combinación de ingenuidad infantil con elementos teatrales y otros tomados de danzas orientales. Un estilo dramático de fuerte carga expresionista pero que no cae en el exceso porque está atravesado de naturalidad y convicción. Una figura extraña, diferente, que combina elementos gestuales del baile hindú y técnicas que parecen tomadas de los derviches. Compuso una serie de figuras personales de aire naif que combinó con cierto misticismo en la mirada resignada.Uno de esos intérpretes que a veces nos parecen geniales y otras caóticos, pero que significan un aire diferente en un mundo aparentemente dominado por clones.

Más convencionales fueron las demás intervenciones en el apartado de baile, incluyendo los dos representantes sevillanos. Juan Polvillo intérpretó el baile más técnico de la noche, marcado por un zapateado vertiginoso y fuertes pateos, mientras que Asunción Pérez La Choni, que subió a la escena pasadas las tres de la madrugada al ser la última en el orden de intervención, trajo a La Unión la belleza de formas, equilibrio, donosura y la técnica de la bata de cola de la escuela sevillana con unas alegrías plenas de contención, sensualidad y complicidad.

A pasar de lo avanzado de la noche, y del consiguente cansancio acumulado, el público, y esperemos que el jurado, supo apreciar en lo que vale el arte de La Choni. En esta sesión participó el tercero de los guitarristas que han accedido a las semifinales, el madrileño José María González El Mami, que destacó por su alejamiento de la escuela flamenca actual, que huye de efectismos en los que se refiere a rasgueos, golpes de tapa y picados, que el guitarrista ejecuta con una sobriedad ejemplar. Una guitarra serena, meditabunda. De clara pulsación, casi de ejercicio de ensayo, tomada de la técnica clásica. Hizo tarantas y rondeñas muy evidentes, fáciles en apariencia, transidas de cierta serenidad zen o new age, que sorprendió al público. Son tres estilos muy diferentes, y los tres muy aplaudidos, los que hemos podido apreciar en los guitarristas que participan este año en el concurso.

El cante estuvo dominado por los intérpretes venidos a La Unión desde Sevilla. También debemos destacar, por su personalidad, que se sale de los cauces hoy habituales en un arte flamenco dominado por la imitación, al sevillano Manuel Domínguez Castulo. Posee un estilo corto pero eficaz y cantó con verosimilitud los estilos del grupo bajo-andaluz, tientos y soleares, en los que sin duda obtendrá alguna mención en el palmarés final. Raúl Montesinos, de La Puebla de Cazalla, fue el más completo, especialmente en su valiente y sentimental malagueña doble del Mellizo. Del resto destacamos el cante por seguiriyas de la jerezana Mar Nieves Nieto y, por supuesto, al Niño del Romero en la segunda de sus intervenciones en el certamen de este año: pulcro, ortodoxo, acabando bien el cante. Estamos ante uno de los más serios aspirantes a la Lámpara Minera.

DATOS DE PUBLICACIÓN

Publicación Edición Sección Fecha Página Docs.

DIARIO DE SEVILLA SEVILLA CULTURA Y OCIO 16/08/2003, página 38

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