por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







domingo, 29 de septiembre de 2013

Curso 'Historia del Flamenco'


Las crisis del flamenco



Cómico, texto y dirección artística: José Luis Ortiz Nuevo. Cante: Paco Taranto, Inés Bacán. Guitarra: Pedro Barragán. Dirección escénica: Belén Candil. Lugar: Teatro Central, Sevilla. Fecha: Sábado, 28 de septiembre. Aforo: Lleno.

"En mi hambre mando yo": el flamenco que lo dijo sabía que estaba en juego, con la subsistencia, la dignidad. De cómo los flamencos gestionaron este difícil equilibrio trata la obra: buscando el jamón del señorito, de gigoló de una rica americana, dando dentelladas al hermano por unas migajas, engañando al ingenuo, adulando al poderoso, robando o derrochando a manos llenas... o sea, más o menos como hoy. Es una obra política, en los dos sentidos de la palabra: lo que pasa en la calle, lo que pasa en el Parlamento, lo que pasa en la Audiencia. 


La actualidad de la obra la marcan los titulares de los diarios y son los viejos los que se atreven a denunciar a los que nos roban: Pepe de la Matrona, Anica la Periñaca, Juan Valderrama, El Carrete, Pericón. Hoy, cuando tantos buscan la inspiración en el sexo de los ángeles, Ortiz Nuevo y su panda nos hablan de cómo gestionamos los flamencos la precariedad. Las crisis de lo jondo, de eso habla esta obra que se cerró con todo el público cantando un fandango cané para una terrible letra del Bizco Amate de la más terrible crisis que han sufrido los flamencos, la de posguerra. 



Ortiz Nuevo cambia de tono en cada personaje: es un patriarca solemne, casi totémico, cuando habla Matrona y una vecindona de la calle de la Sangre cuando es La Periñaca. Ortiz Nuevo escuchó estas historias de viva voz de sus protagonistas y ahora las reproduce tal cual, con una silla, con una mesa como toda escenografía y la voz sepulcral de Inés Bacán, sacerdotisa de la pena, y la voz sentimental y dulce, cotidiana, de Paco Taranto, y la guitarra serena, clásica, de Pedro Barragán.

 




Letras e historias: una obra de memoria, de la memoria de lo jondo convertida en la memoria sentimental de un pueblo. Es decir que lo histórico divulgativo que pudiera estar en el origen de esta obra se convierte en moral por mor del costumbrismo andaluz. Un territorio despojado y yerto, pero vivo de ingenio.



viernes, 27 de septiembre de 2013

Curso 'Historia del Flamenco'


Las nuevas pasiones de siempre



I Muestra de Flamenco. Cante: Tomasa Guerrero 'La Macanita'. Guitarra: Manuel Valencia. Palmas y jaleos: El Bo, Chicharito. Lugar: Teatro Central, Sevilla. Fecha: Jueves, 26 de septiembre. Aforo: Media entrada.

Vino La Macanita de Jerez muy concentrada, muy seria. Ofreció un recital equilibrado entre lo clásico de Santiago y las nuevas composiciones que Isidro Muñoz o Terremoto hijo hicieron para ella en sus distintas entregas discográficas. Clásicos fueron su soleá, con esa genuina evocación a Fernanda de Utrera, la seguiriya, los tientos y tangos o las malagueñas del Mellizo. Y los nuevos sones vinieron en forma de bulerías, alegrías y tangos. 




La Macanita se olvidó de sus dudas con la afinación y ofreció un recital sin fisuras protagonizado por un timbre vocal único, pletórico, lleno de fuerza y de colores cálidos. Las canciones por bulerías y tangos o, incluso, alguna letra de Manuel Molina Jiménez, son el flamenco del siglo XXI porque sus autores se empaparon y vivieron lo jondo de centurias anteriores. Nos hablan de nuevas pasiones, que son las de siempre, y la cantaora jerezana las defiende con la misma convicción que aplica el legado clásico. Eso sí, lo tradicional, esa seguiriya terrible, esa malagueña sin concesiones, es una piedra más difícil de digerir para nuestra sensibilidad del siglo XXI, porque son fórmulas directas, en música y letra, donde no caben paños calientes. Esa es la fuerza de lo jondo y también su limitación a la hora de llegar a un público mayoritario.

 



Manuel Valencia, además de su sólido toque de acompañamiento, tenso y categórico, en la línea de la mejor guitarra de su ciudad, ofreció un gran tema en solitario. Y, ¿qué decir de la Filarmónica de Santiago, esos jaleos, esas palmas? El mejor compás del mundo ya peina canas, pero no se puede sostener el soniquete con más precisión y naturalidad. Un compás vivo, respirado, sutil y efectivo.


jueves, 26 de septiembre de 2013

Curso 'Historia del Flamenco'


Una voz mate y sentimental



I Muestra de Flamenco. Cante y baile: La Tobala. Guitarra y dirección musical: Pedro Sierra. Guitarra: Daniel Fernández. Cante: José Ángel Carmona, Toñi Fernández, Cristina Tovar. Coros: Tere Salazar. Palmas: Jardanay Sierra. Piano: Alberto Miras. Baile: Eduardo Leal. Percusión: David el Chupete. Coreografía: Ruben Olmo. Lugar: Teatro Cental, Sevilla. Fecha: Miércoles, 25 de septiembre. Aforo: Lleno.

A La Tobala la teníamos encasillada como cantaora festera, y la verdad es que lo mejor de la noche fueron tangos, fandangos rítmicos y bulerías. Los sones de su tierra extremeña o los tangos del Camino del Sacromonte, que cantó y bailó con un coro de lujo de voces oscuras. También en la fiesta por bulería brilló a gran altura, tanto en su forma tradicional como en las letras de Juan Manuel Flores, Lole y Manuel que dijo con emoción y lirismo. 

La Tobala tiene una voz rota de color mate, corta y sentimental. Los bruscos quiebros melódicos y el cante corto, así como el bello timbre vocal, son sus mejores armas. No obstante, anoche dio también una muestra de su forma de entender el cante grave, soleá y tientos, al que dotó de las características cantaoras apuntadas arriba. Así mismo, probó con la canción de autor sudamericana, por partida doble, acompañándose al piano, una fórmula nueva para esta cantaora. Y lo cierto es que salió airosa del empeño. Se trata de ‘En un rincón del alma’ de Alberto Cortez, que tiene una portentosa versión flamenca en la voz de María Jiménez, en la que La Tobala se miró anoche. Y ‘Gracias a la vida’, el clásico de Violeta Parra que cerró el recital.

 
Un espectáculo que pronto escucharemos en disco y que gozó de una puesta en escena brillante, coreografíada por Rubén Olmo, aunque con algún desajuste propio de un estreno. La portentosa y frenética guitarra de Pedro Sierra fue el sustento de este concierto en el que el tocaor, además, ofreció una deliciosa farruca en solitario.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Curso 'Historia del Flamenco' ¡Empezamos el 2 de octubre!


Un bailaor mútiple

I Muestra de Flamenco. Cía. Javier Barón. Baile y coreografía: Javier Barón. Cante: José Valencia. Guitarra: Javier Patino. Tres cubano: Raúl Rodríguez. Violín: Alexis Lefebre. Percusión: José Carrasco. Lugar: Teatro Central, Sevilla. Fecha: Martes, 24 de septiembre. Aforo: Casi lleno.

Este alcalareño es un valor seguro. En ocasiones está bien y en otras, como anoche, magnífico. La idea es que lo que en el pasado eran interludios musicales entre baile y baile, ahora se presentan en igualdad de condiciones que la danza, tanto en la extensión como por la calidad de las mismas.

Todos los músicos que arroparon anoche a Barón son enormes solistas, como han demostrado sobradamente en sus respectivos proyectos individuales. Lefebre introdujo la fantasía y el virtuosismo del violín romántico. Raúl Rodríguez fue una brisa fresca del Caribe, con la calidad y dulzura de la cuerda metálica y su impresionante puesta en escena: este sevillano es un bailarín innato, y dota a sus interpretaciones de enorme carga visual. José Carrasco, contundencia y una tupida red en la que dejarse caer. Patino es la sobriedad y la profundidad melódica. Y José Valencia un superdotado del cante que cuando le canta al baile se despreocupa y lo da todo, en todos los sentidos: poderío vocal, entrega absoluta a la emoción y enciclopedismo. 



Barón estuvo múltiple. No sólo sobrio, como siempre; elegante, como siempre. Adueñándose de todo el espacio escénico, como siempre. Anoche, además, parecía que no se le iban a agotar jamás los recursos y que estos surgían sobre la marcha de sus extremidades, de su centro.

Gran inicio, por tanto, de este nuevo ciclo que, en el contexto actual,no deja de ser un milagro: el de que la sala grande del Teatro Central se llene cuando los intérpretes van a taquilla. Ole por el público sevillano.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El don de la emoción



I Festival Flamenco de la Provincia ‘Raíz de pueblo’. Cante: Pedro el Granaíno, Argentina, José Valencia. Baile: Farruquito. Cante de acompañamiento: Fabi. Guitarra: Juan Requena, El Bolita, Eugenio Iglesias, Román Vicenti. Palmas: El Torombo, Los Mellis, El Polito, Manuel y Juan Diego Valencia. Lugar: Patio de la Diputación, Sevilla. Fecha: viernes, 20 de septiembre. Aforo: Lleno.


Lo de Farruquito no se explica. Es algo que se tiene o no se tiene. Los dos ramalazos de emoción que nos arreó no se pueden explicar. Sólo decir que ahí están. Incluso con un acompañamiento bajo mínimos, es capaz de llegar al meollo. Con él, afortunadamente, no caben composturas ni afeites: o viene la emoción o no viene. Por supuesto que esta emoción hay que currársela, que Farruquito es un profesional enorme. Eso está fuera de toda duda. Pero en su puesta en escena no caben composturas, es todo o nada. Aunque sea un todo en un par de ramalazos, como en la noche del viernes. Luego están los esforzados trabajadores, pero lo suyo, siendo también un currante como digo, es otra cosa. 



 


Argentina hizo el recital brillante y pleno de energía al que nos tiene acostumbrados. Su frescura, su voz portentosa, su entrega y sus conocimientos de los cantes forman parte de su personalidad artística. Como también es parte de ella el saber rodearse de un grupo que la lleva en volandas del compás a donde quiera llegar. Como siempre, me gustó más en la fiesta, tangos y bulerías, que en lo grave, seguiriyas y malagueñas de Chacón. 



Lo de Pedro el Granaíno es una cuestión de belleza plástica. Su gran activo es el bellísimo timbre de su voz, que gana enteros con el repertorio caracolero, sobre todo en los fandangos peripatéticos con los que cerró su intervención. 



José Valencia es una de las estrellas de los festivales veraniegos desde hace años. Por su potencia y hermoso timbre, por su fraseo poderoso, capaz de alargar los tercios sin perder ni un ápice de compás. Por el equilibro entre fortes y pianos. Por su extenso conocimiento de los estilos. El viernes estuvo algo más frenético de lo habitual. En estos tiempos, dar la bienvenida a un nuevo proyecto flamenco, como este Festival de la Provincia, es toda una excelente noticia.