Cía. Javier Barón. Baile: Javier Barón. Guitarra:
Juan Campallo. Cante: José Valencia. Percusión: José Carrasco. Lugar: Teatro
Central, Sevilla. Fecha: Martes, 22 de mayo. Aforo: Tres cuartos de entrada.
El
espectáculo dura una hora, que es la duración ideal de un recital de baile
clásico: eso, y no otra cosa, es 'Barón'. No obstante, como el titular de
la compañía hizo sólo dos números de baile, en el sentido y la extensión
tradicionales que damos a este concepto, cada uno de los miembros de la menguada
compañía de Javier Barón, cosas de los presupuestos, gozó de su momento de
gloria. José Valencia de dos: cantó tarantas y tonás campesinas en solitario.
Juan Campallo, nuevo en esta compañía, hizo un solo íntimo, dulce y seguro. Y
hasta José Carrasco tuvo su momento de protagonismo absoluto cuando se quedó con
la sola compañía de su cajón en el escenario. Javier Barón hizo una
bulería-soleá por bulerías-soleá por un lado, y alegrías-seguiriyas por otro,
además de una vibrante pincelada por tangos.
La seguiriya fue
contundencia y solemnidad destreza, virtuosismo del contratiempo y entrega. Pero
en el baile de Javier Barón la fuerza y la entrega encuentran su complemento en
la elegancia, en la figura de brazos y cabeza y en la seguridad, con vueltas
incluidas, con la que domina horizontalmente todo el escenario.
Es uno
de los intérpretes más destacados de su generación, completo, enjundioso y al
mismo tiempo asequible para todos los públicos, sin arcaísmos ni excesos
dramáticos. Dota a cada uno de los elementos técnicos de su baile, sean
marcajes, zapateados o vueltas, de una inusitada elegancia, de un clasicismo
vivo. Sigue en plena forma, dando lecciones de cómo es el baile masculino de
hoy, que lógicamente asume aires de su tiempo, pero lejos de cualquier énfasis.
Un clásico contemporáneo o un señor normal y corriente que baila, sin pretextos
argumentales de ningún tipo.
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