Guitarra solista: Miguel Ángel Cortés. Segunda guitarra: Niño Martín. Cante: Maqui Fernández. Percusión y baile: Joselito Fernández. Lugar: Teatro Central, Sevilla. Fecha: Martes, 20 de marzo. Aforo: Media entrada.
Consiguió sorprenderme el tocaor granadino. Somos, él y yo, los únicos que nos hemos acordado de Sabicas en lo que va de centenario del nacimiento del guitarrista nacido en Pamplona, y muerto en el exilio, aunque alguien en el programa de mano no supo escribir el nombre del tocaor navarro. Abrió pues con la farruca sabiquera y siguió con un gran recital a guitarra sola. Si el público español fuera un sostén para el flamenco, Cortés sería una estrella de la guitarra de concierto. Por su técnica asombrosa, por la pulcritud de su toque capaz de aunar la serenidad y la luz con lo metálico, azul y nocturno. La contundencia rítmica con la sentimentalidad que lo caracteriza como compositor: véase ese poderoso arpegio sobre el que se configura la pieza 'De Graná pa Sevilla', ya en la segunda parte con el grupo al completo, en donde mostró que es un fenomenal tocaor para el cante y para el baile, deliciosa la pincelada de Joselito Fernández. Me quedo con esa taranta-granaína-bulería con la que siguió la primera parte con un prodigioso despliegue de recursos, ingenio y entrega. Con la seguiriya poderosa, personal, con las solares cantiñas, con los bailables panaderos.
Volvió a demostrar que es uno de los grandes tocaores de hoy, que la inspiración va de la mano del oficio. Ojalá dispusiera de más oportunidades. Hay una generación entera de jóvenes tocaores superdotados que no gozan de una mínima oportunidad de mostrar su música. La guitarra, sola.
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