por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tan fresco como clásico


Oro viejo. Jeromo Segura. Guitarras: Paco Jarana y Manuel de la Luz. Producido y arreglado por Juan Carlos Romero. Fods

El cantaor onubense Jeromo Segura, miembro de la compañía de Eva Yerbabuena, incluye en su primer disco nueve cantes tan tradicionales como contemporáneos. Los tangos, pese a basarse en melodías y letras tradicionales, suenan muy contemporáneos debido al arreglo de las guitarras, bajo y percusiones, y también por la facilidad melismática que le aporta el cantaor. Esa es la mayor virtud artística de Segura, su plasticidad vocal, el registro amplio, la miel de su melisma, el cálido sabor de su voz. El mínimo estribillo que cierra la pieza se conforma igualmente sobre letras y melodías que la tradición atribuye al Mellizo  y demás conformadores del estilo.

Las bulerías están construidas sobre la lírica popular tradicional folclórica, en tono mayor, 'Las hijas de Medina' y cantos de quintos que ya ha usado en el flamenco El Lebrijano. Cantes gaditanos con guiños a Chano Lobato y estribillos tradicionales en las gargantas de Los Mellis. Y las guitarras, un colchón delicioso, fácil, en el que la melodía se arroja con toda la confianza. Por Cádiz se abren también las cantiñas, serenas, paradas, para irse luego, tierra adentro, a la romera y los cantes del Pinini. Los fandangos onubenses están acompañados con la guitarra sólida, solemne, de Manuel de la Luz, para melodías clásicas de la geografía de Huelva. Segura dice los cantes de su tierra, esos con los que ha crecido, con la naturalidad del que respira. La cosa termina, arriba, con el estilo cané de Alosno en las voces de Los Mellis y Las Molinas. Delicioso.

La zambra es un homenaje a Caracol que en seguida se transforma en cuplé por bulería donde los arreglos del bajo eléctrico de Manolo Nieto y percusión de Ramón Porrina se mantienen en un discreto segundo plano.


Los cantes sin guitarra son un homenaje a Tomás Pavón, el trasmisor contemporáneo de la debla, toná característica por su letra y melodía, de enorme exigencia melismática y rítmica, conforme a las características cantaoras del hermano pequeño de la Niña de los Peines, que Segura resuelve con su brillantez habitual. La soleá, de fuerte acento rítmico, cuenta con el acompañamiento delicado y poderoso, en solitario, de Paco Jarana, compañero de Segura en el grupo  de Eva Yerbabuena. Son unos cantes brillantes, valientes, de Triana, mecidos. El sabor pleno del Zurraque con un acompañamiento a la guitarra tan clásico como fresco.

Creaciones de Chacón abren la malagueña que en seguida se dirige hacia los senderos rítmicos y brillantes del abandolao de Málaga y Granada, léase Frasquito Yerbabuena. La taranta y levantica, con ecos del Cojo de Málaga, las ejecuta Segura de una manera muy concentrada, recogidas en la melodía y con una hermosa falseta de Manuel de la Luz.

La facilidad vocal, la plasticidad portentosa del estilo de Segura, avanza con toda la mesura, con toda la serenidad del que se sabe poseedor de un don. Este es el primer disco de este cantaor que es el penúltimo representante de una gran generación de cantaores onubenses que tuvo en Arcángel su adalid y que hoy representan, alrededor de los 30 años, Jesús Corbacho, Argentina, Sandra Carrasco, Rocío Márquez o Guillermo Cano, todos ellos con una misma estética de línea clara y de facilidad melismática y sobre la base del fandango de su tierra. Un primer disco clásico, como es evidente por los referentes mencionados (Chacón, El Cojo de Málaga, el Zurraque, Tomás Pavón, Frasquito Yerbabuena) aunque con los aires y formas de hoy mismo. Y con dos guitarras, Paco Jarana y Manuel de la Luz, sevillano el primero y onubense el segundo, tan versadas como lozanas. La producción corre a cargo de otro eminente tocaor y compositor de Huelva que, no obstante, en este disco limita su trabajo a las labores de producción y arreglos: Juan Carlos Romero. Todos los temas del disco son tradicionales/populares, aunque de hecho sabemos quienes son sus autores. La excepción es la zambra caracolera, firmada por Sánchez Ortega y Gallardo.

Jeromo Segura (Huelva, 1979) se inició siendo un niño ganando un concurso en su ciudad natal. Luego obtuvo otros premios en La Unión y Estepona antes de iniciar su carrera como cantaor para el baile de la mano de Carmen Ledesma, Milagros Mengíbar, Pastora Galván, La Choni, Rafael Campallo y Pepa Montes. En la actualidad es uno de los baluartes de la compañía de Eva Yerbabuena.



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