Toque:
Miguel Ángel Cortés. Lugar: Casa de la Guitarra, Sevilla. Aforo:
lleno.
El tocaor
granadino abrió brillantemente este ciclo organizado por la ‘Casa
de la Guitarra’ en donde veremos a jóvenes maestros de la sonanta
en un lugar próximo, familiar, entre los meses de diciembre y enero
próximos. Cortés es uno de los grandes concertistas de guitarra de
hoy, por su técnica asombrosa, por la pulcritud de su toque capaz de
aunar la serenidad y la luz con lo metálico, azul y nocturno.
También la contundencia rítmica con la sentimentalidad que lo
caracteriza como compositor. Inició su recital con la farruca
sabiquera, en el año del centenario del nacimiento del legendario
tocaor pamplonica, que va a acabar en unos semanas sin pena ni
gloria.
Cortés siguió con la taranta- granaína-bulería, un
prodigioso despliegue de recursos, ingenio y entrega. También
sonaron la seguiriya poderosa, personal, las solares cantiñas, las
bulerías contundentes y los bailables panaderos del maestro Estaban
de Sanlúcar que cerraron el recital. Volvió a demostrar que es uno
de los grandes tocaores de hoy, que la inspiración va de la mano del
oficio.
‘La Casa
de la Guitarra’ es un proyecto del tocaor José Luis Postigo que
con un mimo exquisito y enorme amor a este arte ha alumbrado un
espacio privilegiado para la guitarra flamenca en donde, a la calidad
de su colección de instrumentos, que se encuentran expuestos en el
local, une la participación íntima de la guitarra de concierto sin
megafonías y a unos metros de distancia del aficionado. No sólo
eso. Después del concierto el tocaor Miguel Ángel Cortés mantuvo
una animada tertulia en torno a su concierto, su música y su
instrumento con el público asistente al evento. Y todo ello, además,
regado con una copa de manzanilla.
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