por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







miércoles, 12 de diciembre de 2012

Una cuestión de épica

Guitarra: José Fernández Torres 'Tomatito'. Segunda guitarra: Cristóbal Santiago. Cante: Simón Román, Pedro el Granaíno, Kiki Cotiñas, Morenito de Íllora. Percusión: Lucky Losada. Baile: Paloma Fantova. Lugar: Teatro de la Maestranza, Sevilla. Fecha: Martes, 11 de diciembre. Aforo: Media entrada.


Tomatito es un intérprete maduro que sabe lo que se hace. Tiene su repertorio más que rodado, de hecho lleva varios años sin presentar material nuevo, y un estilo muy definido. Ése que se deriva de sus años siendo la mano derecha de Camarón, idolatrando al de Lucía. Cada concierto de Tomatito es un largo homenaje a su ídolo flamenco, Camarón, como atestiguan sus cantaores: todas las intervenciones vocales de la noche, a coro o en solitario, evocaron al de la Isla. Es una cuestión de estilo, de timbre y de soniquete. Contundencia rítmica y halo mítico. Sobre esta estética, Tomatito aporta un personal sentido de la épica musical que el propio artista conceptúa en el uso de "armonías machos". Luego está su particular sentido de la melodía. Un estilo agreste, algo romo, abrupto, mineral, austero. Único. Contundencia y veracidad. La taranta con la que abrió su recital es el mejor ejemplo de lo dicho. El acabado perfecto de los estilos levantinos contrasta con una melodía bronca. Lo demás fue una sucesión de estilos festeros con muchas descargas por bulerías, una alegrías bailables, algunos tangos y una brillante rumba. También hubo lugar para la personal importación del tango porteño y otros aires sudamericanos. Sonó un fragmento de soleá, poderosa y solemne, que me dejó con ganas de más. 


En el grupo sorprende la novedad de la voz de Kiki Cortiñas, joven intérprete de maduro estilo, y de la espectacular Paloma Fantova, descubierta por el público sevillano en el homenaje a Camarón que el guitarrista almeriense dirigió en la Bienal. La bailaora de Puerto Real, precisa, categórica, fue la que más aplausos, aparte de los que recibió el protagonista de la noche, cosechó en su pincelada por alegrías y en su vibrante interpretación de la soleá. También Lucky Losada tuvo oportunidad de mostrar su virtuosismo rítmico en solitario. Quedamos pues a la espera del nuevo material que el tocaor ofrecerá en breve.

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