por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







domingo, 23 de septiembre de 2012

Coronación


Colores del fuego’. Guitarra y composición: Antonio Rey. Cante: Estrella Morente, Arcángel, Mara Rey, Pedro Granaíno. Violín: Thomas. Piano: Alex Romero. Bajo: Popo. Percusión: Ane Carrasco, Luis de Periquín. Palmas y coros: Gema, Carmen Jurado. Lugar: Teatro Central, Sevilla. Fecha: viernes, 21 de septiembre. Aforo: algo más de media entrada.



¡Qué fuerza, qué descarga de energía flamenca! Como agua para una tierra abrasada fue la música flamenca con la que nos deleitó este nuevo rey de la guitarra en la madrugada del viernes al sábado. Un concierto perfecto, sin un solo desliz técnico: Rey no falló ni una nota. Aunque eso no sea lo más importante, así fue. Una pulsación perfecta, contundente, y viva, elocuente, veraz, jonda. Una partitura sin grandes alharacas: ni en el nivel armónico ni en el compositivo hay deseo alguno de epatar al personal. Todo lo contrario. Pura entrega. Puro corazón. Con solos, el trémolo del inicio, que provocó el delirio de oles entre el público; o la taranta-granaína, tan afilada como íntima. Dúos. Tríos, como el brillante ‘Amistad’ a tres guitarras. Y mucha energía, la que desplegó el grupo en los temas rítmicos: tangos, alegrías, bulerías, rumbas. ¡Qué soniquete hipnótico!



En las bulerías, Arcángel lúdico y noble: la melodía no tiene secretos para él, pero en su voz no hay sombra de impostación, lo que da aún más valor a lo que hace. En los tangos Pedro Granaíno sentimental y roto de emoción. Y la maravilla de la ‘Nana de mi Mara’ con una Estrella Morente tan lírica como próxima y un memorable dúo vocal, la Estrella impresionista y el Granaíno rugiente. Rey sonó flamenco por los cuatro costados en el único recital de guitarra de gran formato, junto a Gerardo Núñez, que veremos en el festival. Este tocaor domina todas las facetas de su instrumento, desde la minucia melódica a la contundencia rítmica que, por otra parte, jamás desborda los límites de la melodía. Es decir, no tenemos la sensación de estar escuchando un recital para baile sin bailaor, sino que, incluso cuando acompaña al baile, que no fue el caso de la noche de que les hablo, no se olvida del lirismo de sus composiciones. Composiciones, y ejecuciones, que tienen la facultad de pellizcar, de buscarnos en nuestra intimidad y de conectarnos con nuestras emociones. A veces con un escueto detalle armónico, con una minucia en la frase musical, que matiza, subraya o altera todo el sentido del discurso. Y eso es un privilegio al alcance de pocos.


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