por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







jueves, 29 de abril de 2010

Postales de feria (III): agua que ríe

(Por favor, si no las ha leído, vaya a las entradas anteriores y lea este relato en su orden de edición. Gracias)


Día tercero: agua que ríe

Cruzando la vi
por el puente ... 
 
(Isidro Muñoz)                                




Pasan los días y se aleja el recuerdo. No sé como era el color de sus ojos, el tono de su voz.  Se me va la letra, la música, de esa sevillana tan linda ... Lo que recuerdo es que el tercer día acompañé a mi maestro Ortiz Nuevo en la presentación de su nuevo 'Alegato contra la pureza'. Por cierto, que su editor es un señor tela de buena gente, guapo, alto ... no voy a decir delgado, pero sí que lleva muy bien algún quilito de más que tiene. Ya habrán averiguado ustedes que, en efecto, hace unos libros muy lindos y es un desastre para los negocios.



Mi amigo Pedro Barragán acompañó al maestro. Cada día está tocando más y mejor, estoy asombrado con la progresión suya. Con que gusto y sensibilidad recorrió los textos que recitaba el maestro con aires de Riqueni, Ricardo, etc. Al principio del acto éramos unos cuantos incondicionales pero al final la sala de presentación de FNAC estaba llena: así de fuerte era la presencia de estos dos monstruos en la pequeña tarima.




Tomamos una cerveza luego. Comenté que se habían cargado el Festival Riberas del Guadaíra  que cree y dirigí en sus dos únicas ediciones y me dijo Ortiz que a él lo cesaron en la Bienal de Málaga a través de un e-mail. Yo me enteré llamando directamente a la concejala de cultura. Pagué yo la llamada. Y cuando mis compañeros publicaron la noticia en el Diario de Sevilla se amoscaron en el ayuntamiento.  Pensaron que era un ataque de la otra sección del partido. De repente, se dieron cuenta que a alguien le interesaba la marca. Hablé del campo, del Caño del Aguaero, y Reyes propuso un viaje a la sierra para junio. El maestro no parecía muy convencido cuando nos despedimos. Sospecho que ha estado amoscado conmigo por una crítica que le hice en el periódico: un exceso de celo profesional que me dio. Me encantó la forma en que me la devolvió: volviéndome a mi patio de juegos escolares de Pericón desde la escena de la sala El Cachorro.




Así que llegué tarde al real y cuando crucé la portada me di cuenta de que no tenía dinero. Volví sobre mis pasos y tuve que visitar tres cajeros automáticos para encontrar uno con efectivo. ¿Crisis, what crisis? Llegué tarde a mi cita con mis queridos amigos Toshi y Franchesca. Toshi es japonés, fisioterapeuta, aikidoka, entrenador de Pilates, bailaor y buenísima persona. Frachesca Vargas baila, cocina como los ángeles y es una anfitriona excepcional: gitana americano-inglesa. Allí me presentaron a una muchacha deliciosa, bailaora, llamada Ríe. Ríe no paró de reirse en toda la noche conmigo. Querida Ríe: las mejores sevillanas que he bailado esta feria han sido contigo. Que bien te ríes, Ríe, aunque seas agua. Agua que Ríe, viva la poesía hecha carne, huesos, cartílagos y carti-lagos. También te escribí un correo preñado de lágrimas, pero eso es otra historia.


Me presentó a Silvio, bailaor máltés, y a Maza, tocaor, bailaor y lacónico japonés. Bailé con Ríe y con Franchesca. Había una dificultad con el idioma que la manzanilla fue diluyendo. Llamé a Sharón, la mujer de Jose (véase la primera entrega), la que tuvo que pasarse tres días en Berlín por las cenizas del volcán. Me tomé un copa con ella y Jose en Espartero 99 y cometí el error de hablar de negocios, lo que me puso de mal humor. Al lunes siguiente lo aclaramos todo.








Volvimos a la caseta de la Peña Torres Macarena. Ríe había desaparecido. Mi risa en un pozo. A pesar de hablar de negocios bailé por vez primera una tanda de sevillanas con Sharón. Había una japonesa que me llamaba la atención y la invité a bailar. Me dijo que con una condición, que bailara la primera con su amiga, que sólo sabía la primera. Me di la vuelta y ... ¡mamma mía, qué  beleza! ¡De mil amores! Tendí la mano a esos dos pedazos de ojos que me miraban desde el sur de Francia. Luego me dijo que era natural de Lyon, aunque de padre portugués. Como lo hablaba mejor que el español, estuvimos toda la noche haciéndole los honores a Camoens. Le hablé de Oliveira: no lo conocía. Le hablé de Bessa-Luis, no la conocía. Me habló de Viseu, la patria de su padre, yo no la conocía. Los dos conocíamos el vinho verde, Amalia, y ciertos aterdeceres desde el mirador de Alcántara... ¡al fin! Sus dos ojos, dos, franco-potugueses, o portugueses-francos, me tuvieron vibrando varias horas. Y eso que iba vestida de monja. ¿Se lo imaginan, en la feria de abril de Sevilla, y de monja? Cómo va degenerando la raza: con lo que ha sido Francia para la moda.




Al final no he contado lo de Fernanda. Tendrá que ser otro día porque te diré que cuando bailé con la japonesa me dijo que se llamaba María. "Un nombre muy japonés" le dije. "Perdona, pero yo soy china. China y bailora de flamenco". Lo siento. "También, canto. Como cantaora me hago llamar Perlita de Hunan. Pero en realidad me llamo Zhen". Luego estuvimos cantiñeando un poco por bulerías y me dijo que estudiaba con Gema."¿Con Gemita? pero si es mi paisana, Gemita Jiménez, vecina mía allá en la sierra del este. Cuando yo me marché de allí, ella todavía no había nacido, y ahora es un pedazo de cantaora. Vamos a hacer un serie de espectáculos juntos, sobre Vallejo". Vallejo estaba detrás de mí, en una fotografía de cuerpo entero, saliendo de un telón, que había en el escenario: estábamos en el escenario de la Peña Torres Macarena.



















De las imágenes:

Con el maestro Ortiz Nuevo y la bailaora Kalina Duffner, reventando de hermosura. En La Malagueta, antes del concierto que ofreció Paco de Lucía en la Bienal de Málaga que dirigió el maestro Nuevo Pericón. Como salió todo tan bien, lo cesaron. No piensen que tengo mala cara, es, y que no parezca vanidad, o sí, que acababa de romper la cama de la habitación del hotel Malagueta. Estaba destrozado. Tengo una testiga. La barriguita asomando, a ver qué pasa. El autor de la foto es mi hermano del este Rafael Justicia: un abrazo hermano


Toshi y Franchesca, esa pareja feliz. La foto la hizo Liora.


La bailaora japonesa Ríe Ishihara. Tiene el centro (hara) muy equilibrado. Con ella me marqué las más deliciosas sevillanas de esta feria. Gracias preciosa.


Franchesca, Luisa Triana y Sharón Sapienza, pr Liora.


María, Perlita de Hunán y Zhen, tres personaliades para un cuerpo tan menudo. Otra oriental muy zhentrada. La fotografía la hizo Jonathan Moore, el ingleño.


Vallejo, de cuerpo entero en el escenario de la Peña Torres Macarena, saliendo de detrás del telón.



Anuncio: ya se acerca el final. No se pierda la próxima entrega 'Ese loco no soy yo'. ¿Se quedará a con b? ¿Se acostará c con d? ¿Le pondrá otra vez los cuernos h a i? ¿Resultará que j es en realidad el hijo secreto de k, antes de hacerse la operación de cambio de sexo? Todo eso y más en la próxima entrega del primer culebrón flamenco interactivo de la historia, 'Postales de feria'. Sólo en Vaivenes Flamencos. Un blog buenísimo. No se lo pierda señora.

martes, 27 de abril de 2010

Postales de feria (II): boleros llorones por bulerías

(Por favor, lea este culebrón en el orden de su edición. Si no ha leído el capítulo anterior, vaya más abajo, gracias )

 
Día segundo: boleros llorones por bulerías




En mi corazón cabía
lo que no cabe en la mar
que tengo yo las entrañas
abiertas de par en par.

(Francisco Moreno Galván)                            



N. nos tendió una trampa. Sólo que tuviste la habilidad o la torpeza de no caer en ella. Lo sospeché cuando dijo que vendría "acompañada". Fiasco: le falló su pareja y ¿mi pareja? Cuando te vi la noche anterior te tuve un instante en mis brazos. Tu pecho estaba abierto. Más que la semana pasada. Más que hace un año, cuando dormías a mi lado. N. me lo confirmó: te han crecido las tetas. Una vez amé a una mujer del este ... (ver la entrada del 14 de abril) y todo lo demás. Me acuerdo de Kafka y me animo: él era peor amante que yo. La perdí por querer tenerla. Soy así, todo o nada. Esta vez fue nada (es un decir), son las reglas del juego. Lo acepto. Porque héroe es en puridad quien acepta su destino.

Lo primero que hice fue confirmar que el que no vi la noche anterior cerca de ti era "él". Le había dicho a N. que no queria beber nada con el estómago vacío pero llamé al camarero ("una cerveza, por favor") y le pedí un cigarrillo. Te extrañé toda la noche. Estuve muchos meses sin poder ver a N. porque me recordaba a ti.  Siempre me recuerda a ti. Le agradeceré eternamente que procurara nuestro primer encuentro, aunque esta noche no te vi. Y te vi: una añoranza que marcó la pauta del segundo día. N. con sus propios males de amores. Le dije que el arte más sublime en una mujer, aunque le pese a Bibiana Aído, es el de recibir. Las mujeres no sólo han abandonado este arte milenario sino que reniegan de él. Su cuerpo no es una metáfora sino algo más poético: un cuerpo, válgame un debel del cielo. Luego se quejan de que sus hombres no les responden. Volvimos cantando arrebatados boleros llorones por bulerías: loquearia para que volvieras tú, conmigo, si me quisieras lo mismo que veinte años atrás. Vamos allá Fernanda ... otro día te cuento lo de Fernanda.



David estaba tan borracho que ni fuerza tenía para tirarle los tejos a N. Sólo tenía las ganas. Se hizo el chulo diciendo que en su caseta no pagaba nadie así que pedí un plato de carrillada, me la arreé solito, y me sentó de escándalo. Intenté sacudirme la nostalgia a fuerza de sevillanas pero ella siempre me evoca el día en que te conocí. Recité el refrán ("sólo se tiene lo que no se amarra") y acto seguido me cagué en el refranero.  ¿Por qué no te amarré? Al final de la noche a N. le saltó la vena cínica (canalla que dice ella) y la cosa empeoró mi estado de ánimo. Cada vez aguanto menos el cinismo, la distancia. Al llegar a casa ya había agotado mi arsenal de boleros por bulerías, así que canté hasta en diez ocasiones seguidas 'Girl from the north country' sentado en mi sofá. Solo. Solo.

N. atribuye la operación estética a tu último viaje a casa: lo ha clavao. Sabes  que lleva la razón, aunque no lo reconocerás. O sí: has cambiado. No eres la que conocí. Provoqué ese viaje a la semilla, por ti y por mí. Eso sí, yo no pude financiar la operación, espero que hayas comprendido la causa. Total: ahora que tienes las tetas grandes te las toca otro. Como para no estar nostalgico, coño.

¿Te sigue pareciendo una mezquindad la forma inmisericorde (no contigo, con la falsa tú, la que quiere seguir siendo pequeña y débil, cuando eres grande y poderosa, toda una mujer) con la que te arrojé al agua? Puede que sí, pero ya ves como confiaba en ti. El chapuzón te ha sentado de escándalo. Ya te he dicho que estás más guapa que nunca. A mí también me ha sentado bien: me ha crecido la polla. Ya ves que la motivación no fue mezquina sino que venía de  otro lugar. Muy otro. Dile a tu amigo el marica que se deje de miraditas de matón. Me lo encontré en el Garbanzo Negro. Mire como mire será un capullo, el chulo del pulpo, que diría mi maestro Ortiz Nuevo de Pericón. Claro que la culpa la tiene  siempre el pulpo.


(Nota: Me dice mi editor, el que yo le tirao los tejos para que sea mi editor, pero él me ronea, que sigue con mucho interés mis aventuras por la feria ... pero que no tiene tiempo de leer mi manuscrito. El tío. Le digo que no importa, le hago un poco la pelota -quiero que me publique, hace lindos libros, y pésimos negocios: es perfecto para mí-. Eso sí, no tiene problemas para editar a autores venezolanos del siglo XIX que no los conoce ni Dios, en su colección "los más rarísimos de todo el mundo". Y aquí, ya ven, un autor joven, guapo, ¡VIVO!, comío por la curiana. Reparen en las duras condiciones en las que he de escribir este diario. Si en algún momento pierdo el compás ... ustedes disimulen).


El tiempo, que no tú, me ha dado la razón, y la razón no me importa, y se la quita a su mirada de falso matón. Dile que si quiere parecer un hombre empiece por copiarle la mirada a John Wayne en 'The Searchers'. Ahora puedes decírselo, porque tienes las tetas grandes. Que nadie te trate como a una niña. Yo fui rígido y cabezón. Hice las cosas a lo bruto, como pude. ¿Es que yo no estaba roto?. Sé que no es excusa: me faltó sentido del humor y me sobró arrebato. Ok, babe.

Tampoco miento si digo que lo aposté todo, material y emocionalmente, físico y espiritual.


De las imágenes:
En la portada de la feria con N.: perdona, querida,  que haya difuminado tu rostro tan lindo. Es para mantener el anonimato (aunque esto lo lean sólo unos amigos).

Cantando 'Girl from the north country' en mi sofá por décima vez.

Anuncio: no sé pierda la próxima entrega de este culebrón sevillano, 'Postales de feria'. Pronto la tercera entrega, que lleva el bonito título que le ha puesto su autor, 'Agua que ríe'. Próximamente aquí, en Vaivenes Flamencos. Un blog buenísimo. No se lo pierda señora.

lunes, 26 de abril de 2010

Postales de feria

Día primero: el intrusismo profesional



Que no tenía compás
yo canto pa divertirme
y porque me gusta el cantar,
deja ya tú de decirme
que yo me voy de compás.


Quiero dedicar esta semana una serie de entradas a algo más íntimo y más prosaico como son mis impresiones flamencas de esta feria. Desde luego que todos los aludidos tenéis el derecho y la obligación de la réplica: aquí no se censura nada. Para empezar esta imagen del fin de fiesta, tocándole por soleá a la Perla de Hunan (siento la calidad de las fotos, pero su valor es testimonial. Como veréis, no son muchas, porque a mí se me olvida hacer fotos cuando estoy a gusto. El último día estuve más atento).

Estoy lesionado. Me duele la garganta y las llemas de los dedos de la mano izquierda las tengo doloridas. He de aclarar que no sé bailar, tocar ni cantar. Pero lo hago. Y, hasta ahora, nadie se ha quejado. Bueno, excepto mi amigo B., gran director teatral, y de éxito, que le puso pegas a mi sentido del ritmo. Desde aquí te lo digo, B.: canto, toco y bailo pa divertirme. Nunca lo he hecho en un escenario. No puedo decir lo mismo de algunos cantaores, guitarristas o bailaores (y hasta directores de teatro) que se han puesto a escribir libros, artículos, incluso en editoriales y publicaciones consideradas serias, y muchos de ellos cometían faltas de ortografía, tela de ellas quiero decir. Los flamencos están locos con el tema del compás, pero, ¿no se puede cantar para echar un rato, olvidándonos del metrónomo? Siempre que no haya intrusismo profesional. Como ocurre en el terreno de la crítica flamenca, en el que cualquiera que no sabe escribir se siente capacitado para hacerlo. En el mundo del flamenco, somos los escritores los que más intrusismo profesional sufrimos, y los que menos nos quejamos. ¿Que no voy a poder tocar la guitarra en feria simplemente porque no tengo paciencia, ni tiempo, de estar cinco horas al dia dale que te pego? Te quies ir ya ... También he de decir, en honor a la verdad, que un crítico tan reputado como mi maestro Jorge Llano (fue íntimo de Guillermo Borja, ese detalle de su biografía le da la patente para todo lo que quiera hacer, aunque él es muchas más cosas que eso) me dijo que mi voz, desafinada, desacompasada, le emocionaba más que la de muchos profesionales. Ahí queda eso.



Fue el primer día, en casa de Alberto (gracias por ser tan buen anfitrión) y, aunque el Bifu no quiso cantar, Verónica si que me hizo unos cantes gaditanos y unos fandangos. Las actrices tenían vergüenza (debe de ser una enfermedad profesional) en las casetas, pero logré que Mónica se marcara un par de sevillanas. Eso sí, fue Soraya la que se explayó conmigo. Gracias.

Más tarde me encontré con tus ojos en un cruce de caminos. ¿Crees que fue casual? Y seguí con el gitanito de las Tres Mil por soleá, tientos, fandangos, tangos, bulerías ... Con Jose y Marta tomando churros al compás del amanecer. Luego, cuando me desperté, vi que tenía una llamada a las nueve y dos minutos. ¿Quién me ha llamado a estas horas? Era la perdida de Jose, para darme el nuevo número suyo. ¿Eran ya las nueve? Entonces, ¿a qué hora nos acostamos? Entonces, ¿cuánto hemos dormido (o habría que decir, no hemos dormido)?.

 

De las imágenes:
Con Perlita de Hunan por soleá
Vísperas de mucho: La Macarena en Feria y Lucía sacándole una foto al Cachorro en Castilla.
Vísperas de mucho: El Caño del Aguaero (Sierra Mágina) a tope de agua.


No te pierdas la próxima entrega de 'Postales de feria' titulada 'Día segundo: boleros llorones por bulerías'. Próximamente aquí, en Vaivenes Flamencos. Un blog de flamenco buenísimo. El mejor, si no fuera por mis amigos Fautisno y Bohórquez. Uno de los mejores, sin duda. No se lo pierda señora.

miércoles, 14 de abril de 2010

Un amor provisional

Una canción de un nuevo espectáculo en el que estoy trabajando. Es un poema de Franz, escrito después de un encuentro fortuito con Milena en Viena:



Un amor provisional

Hoy te he vuelto a ver
Ya no eres la misma.
El amor eterno
Duró unos meses.

Ya no eres la mujer del este
A la que amé.
Hay una barrera de hielo
Entre los dos.

Si pudiera saltar esta muralla
Si pudiera decirle a la que está fuera
Que ya no eres más
La que está en mi corazón.

El amor eterno
Duró unos años.
Otro duerme a tu lado
A veces,
Aunque es mi nombre
El que reza en tu buzón de correos.

Me dices que es
Un amor provisional.
Igual que la vida.
Provisional.

Me dices que es un amor
De paso,
No como el nuestro
Que era un amor eterno
Que duró unos meses,
Unos años.

Si pudiera saltar esta muralla
Y decirte que aún te amo,
Que es cierto
Y es mentira.
Que no vas a leer esta carta,
Que no voy a saltar esa muralla.

Una vez amé
A una mujer del este.
Sus manos eran de hielo
Pero su corazón es fuego
¿quién podrá llegar a su corazón?
Si algún día lo logras
Recuerda lo que yo hice por ti.
O, mejor, no me recuerdes.

No me recuerdes que le ofrecí
La luna
Y me contestó encogiendo los hombros.
Claro que lo entiendo,
Ella también se tiene que defender
De enemigos imaginarios.

Yo entiendo de eso,
De enemigos imaginarios.
Su padre tiene
Los dientes sucios.
Pero es su padre.
Lo encontró después de muchos años
Siendo una huérfana.

Su padre es
un buen hombre.
Un poco cobarde,
pero ¿quién no lo es
al menos en una ocasión
a lo largo del día?

¿Quién quiere la luna
teniendo el firmamento? 

Una vez amé a una mujer del este
Con las manos frías como témpanos
Y el corazón ardiente.
Si alguien lograra,
Alguna vez,
Llegar hasta su corazón,
Recuérdale lo cerca que estuve
De la cumbre.
O mejor no se lo recuerdes.

Veo ese fuego tan cerca,
A un paso de mí
Tanta pasión contenida.
Y pensar que no puedo hacer nada
Por desatarla.

Una vez amé a una mujer del este
Pero ya no soy nada para ella.
Tan sólo el productor de viento,
El narrador de historias.
El contador de nubes.

Y yo quisiera ser
El que comparte su cama
Aunque fuera provisionalmente.

Todo ese dolor del este
Detrás de sus ojos.
En nuestra entrevista
Se velaron dos veces.

En dos ocasiones estuve a punto de llorar
Recordando lo que fue.
Lo que no llegó a ser.

Los hijos que no tuvimos
Las historias que no le escribí.
Las hipotecas que no pagamos.
Los triunfos que no tuvimos.
Los fracasos que no compartimos,
Los consuelos mutuos que no nos dimos.

Los paisajes que no vimos:
El Círculo Polar Ártico en sus manos,
El Chaitén en su corazón.

No puedes imaginar
lo fuerte que sopla el viento en los árboles
en las lejanas tierras del este.

miércoles, 7 de abril de 2010

Nuevo disco de Cancanilla

Cancanilla demuestra en su nuevo disco lo enorme cantaor que es, lo bien que está de voz. Así lo comprobamos en uno de sus estilos favoritos, los aires festeros, con tres deliciosas entregas por bulerías. Una voz caliente, íntima, esencial, entregada, dionisiaca. Enorme dominio rítmico, que demuestra en los trabalenguas, en un disco grabado en directo, es decir, sin edición posterior que no sea el puro cante, de principio a fin.

Pero no sólo de fiesta se alimenta el cante de Cancanilla. En la bulería por soleá, nos informa Ramón Soler en el libreto, hace los estilos característicos de este cante: Frijones, La Moreno y El Gloria. Un estilo airoso que se ajusta a la perfección al estilo emotivo de Cancanilla. Por soleá, de nuevo según Soler, las querencias de Cancanilla recorren el arco melódico de Cádiz a Alcalá de Guadaíra, es decir, de El Mellizo a Joaquín el de la Paula, pasando por Frijones, Joaniquín, La Serneta e Yllanda. Algunas letras nos retrotraen a los romances fronterizos de la Edad Media y el Renacimiento. Espléndida la serie que interpreta junto a Antonio Moya, variada de melodía y entregada y lírico el toque: un gran contrapunto a la afilada visceralidad de la voz. La variedad y amplitud de repertorio la demuestra Cancanilla con cantes de Chacón y El Rojo el Alpargatero por malagueñas y cartageneras, igual de entregado que en los cantes más rítmicos.

He dejado para el final el comentario de los tres maravillosos cantes en los que Cancanilla se hace acompañar de la guitarra solemne del gran Juan Habichuela, mito vivo del mejor toque de todos los tiempos. Un estilo demorado que va a lo básico para un monumento a la melancolía llamado soleá de Cádiz y Alcalá. No es sólo que el patriarca de la saga Habichuela esté en plena forma. Es que no se puede acompañar mejor al cante: delicadeza, empatía y unas falsetas trenzadas como finas cuentas de una joya. En los fandangos se acuerdan de Antonio el de la Calzá. Hirientes y esenciales se muestran ambos en la seguiriya.

Antonio Moya aporta su estilo sencillo, naif, entregado al cante, mientras que Chaparro resulta más austero. El cuarto guitarrista incluído en el disco es Juan Carmona, que acompaña a Cancanilla en la tercera ristra de bulerías.

En el libreto que acompaña esta excelente edición crítica, Ramón Soler Díaz es el encargado de hacer la más completa biografía del cantaor hasta la fecha, así como de presentarnos los cantes respectivos. Además de la documentación señalada, el disco aporta una completa trascripción de las letras, además de abundante documentación gráfica.
El disco ha sido editado por la madrileña El Flamenco Vive que, como he dicho en más de una ocasión, es más bien una ONG flamenca que una discográfica al uso: por la sensibilidad y el cuidado que pone en sus ediciones, siempre críticas, es decir, documentando el material sonoro y los intérpretes, con ensayos de los especialistas más indicados. Recordamos con pasión los inéditos que nos ofrecieron en el pasado de Antonio el Chaqueta o Luis el de la Pica. Así que, enhorabuena otra vez a El Flamenco Vive.


En las imágenes, portada del disco, el cantaor en su faceta de bailaor y acompañado por Juan Habichuela. Fotos cortesía de El Flamenco Vive.