Puerto de los amantes
Tienes un piano
Con dos candelabros
Y una risa pícara
Que sólo a mí me das.
Tienes un diablo
En la lengua,
Y una pena antigua
En el corazón.
El canario es tu color
El mar tu horizonte;
Nada pides y en cambio
Todo me lo das.
La ciudad se pierde
Entre tus caderas,
De fantasmas y luces
Que no están aquí.
La noche es más negra
Bajo tus pestañas.
La luna no sale
A tapar tu desnudez.
Tienes un piano
Con dos candelabros
Y una risa eterna
En el corazón.
Los dientes son cuentas
De una joya vieja,
La cadera es un signo
De interrogación.
No sé cuando acabará
Esta noche eterna,
Ni adonde iremos
Al terminar la pasión.
Tienes escalas y teclas
En lugar de escaleras
Y una casa donde
Nunca sale el sol.
La vida es igual
En La Habana Vieja,
La vida es igual
En mi imaginación.
Dos amantes se unen
En la madrugada,
No importa el ruido
Ni la contaminación.
Tienes un piano
Que no cabe en casa
Y una risa franca
Más grande que el sol.
No me pides nada
Y todo te lo doy
No me pides nada
Y todo te daré.
Nada necesitas porque tienes
Un piano viejo
Con dos candelabros
Y una alegría nueva
En el corazón.
Esta noche te he
Vuelto a encontrar
En el puerto de los amantes,
En la madrugada.
La mirada y la risa
Son las mismas
Y tu cuerpo es otro
Del que ayer
Me dio la vida.
Tienes un piano viejo
Y una risa nueva
En el corazón.
Afuera suenan
Las sirenas
De los barcos que se van.
Y tú y yo
A solas con la noche
Nos volvemos a amar
En el puerto
De los amantes.
Te he vuelto a encontrar
Después de tantos años
Y tus labios y tu boca
Saben igual
Que la primera noche.
La primera vez
Que descubrí el amor,
Que arribé
Al puerto de los amantes.
La ladera de tu grupa
Me dice que todo
Va a ser como
Ha de ser.
Como tiene que ser,
Como va a ser,
Como será,
De la única manara
Que puede ser:
Yo tuyo,
Tú mía,
Otra vez,
Esta noche.
lunes, 28 de junio de 2010
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