por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







sábado, 10 de septiembre de 2011

Soleares del Corralón

Soleares del Corralón






I




De largo la vi pasar

Había luz en la cara

Y tiniebla en el mirar.





II



Ay, que fatigas tan dobles

Verte y no poderte hablar.

Una a una me fueron ahogando

Como las olas del mar



III



Quererte y no poderte hablar

Ay, que penita tan grande.

Si te pudiera raptar

Y a mi camita llevarte.





IV



Ni tú eres mi mujer

Ni yo soy tu marío.

Tampoco somos amigos

Ni dos desconocidos.





V



Que tú algún día me quisieras

Es un ensueño imposible.

Pero el dejar yo de adorarte

Mi cuerpo no lo permite.







VI



Fatigas me dieron

Ganas de llorar,

Cuando la vi del brazo con otro

Corralón de Castellar.

(Seguiriya 1)







VII



¿Qué anoche tú me quisiste?,

un sueño prima sería.

Los sueños se desvanecen

Al amanecer del día.







VIII



Soñando yo te besé.

Cuando llegó el alba

Tus labios eran papel







IX



Soñando yo la besé,

Cuando llegó la mañana

Muy solito me encontré.







X



Le digo a mi corazón,

Serrana, que eres muy niña.

Verte y no poderte hablar,

Más honda se hace la herida.







XI



Mi mano a ti te tocó,

En mi pecho pasó todo,

Por ti nada pasó.







XII



Fatigas me dieron

Ganas de llorar

Cuando la vi que el otro la besaba

Por la calle Castellar.

(Seguiriya 2)









XIII



Como te quiero tanto

No puedo verte como eres.

Quisiera encontrarte faltas

Pa olvidar estos quereres.









XIV



Fatigas me dieron

Ganas de llorar

Cuando la vi de dormir con el otro:

Imaginación fatal.

(Seguiriya 3)









XV



No te buscaba

Y allí te encontré.

Porque mi corazón siempre te busca

Aunque en otra esté.

(Seguiriya 4)









XVI



No quería resbalar

Y me resbalé:

Las piedras manaban lágrimas

Que por ti yo derramé.

(Seguiriya 5)





XVII



Salí del Corralón

Me fui pal Corte Inglés.

Las fatiguitas serrana de que no me quieres

Mordíeron mi piel.

(Seguiriya 6)







XVIII



Se lo digo a mis amigos

Una cosa es que te cante

Y otra que sea tu mendigo.







XIX



Te lo dije en una broma,

Ni estoy loquito por ti

Ni muero por tu persona.







XX



No es cierto que yo te quiera

Lo que pasa es que sin ti

se tarda la primavera.







XXI



Una soleá final

Quisiera darle a L.

Aunque es una seguiriya

Lo que por ella tenía.

1 comentario:

  1. algunas bellas coplas, amigo. esas seguiriyas 1 y 2 (la 3 ya intelectualiza, a mi modesto cavilar)y la 6, aunque la metáfora del último verso me tropieza (quizá me falta leerla una cuarta vez) y las soleares XI y XVIII. no es que las otras no estén bien, sino que las coplas son así de joías: o te matan o te resbalan. pero cinco muertes en veinte coplas es un promedio que ni gasol-sol. sigamos ahí: trovadores flamencos del siglo XXI, no nos rindamos a la superstición generalizada de que las coplas clásicas son las únicas. ¿que es muy difícil escribir una buena? nadie dijo que fuera fácil, ya lo dije: o matan o resbalan. pero estamos escribiendo coplas no jugando a la wi ni a la play.
    no pares...
    un abrazo

    P.D. que coplas clásicas hay también mu corrientes, apunto

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