‘Border-free’
Chucho Valdés y los Afro-Cuban Messangers. Piano: Chucho Valdés. Voz: Mayra
Caridad Valdés. Trompeta: Reinaldo Melián Álvararez. Tambor batá y voz: Dreiser
Durruthy Bombalé. Percusión: Yaroldy Abreu Robles. Contrabajo: Gastón Joya.
Batería: Rodney Barreto. Lugar: Teatro de la Maestranza, Sevilla. Fecha:
Viernes, 15 de noviembre. Aforo: Casi lleno.
La grandeza
de Chucho Valdés está más allá de su condición de virtuoso. De hecho, es muchos
vituosos. Es el virtuoso del son y el blues,
o el hard bop. En sus
conciertos cabe toda la música cubana y a un tumbao suceden los cantos de
Orishas. De hecho, entre otros gigantes de la cultura popular caribeña, Valdés
trabajó con el gran Lázaro Ros.
Su grandeza está en que es consciente de que la música es un todo en el que no caben etiquetas y detrás de una variación de complejas armonías puede aparecer una melodía cantable. En ocasiones dentro de una misma pieza. Y, en todo caso, la música de Valdés siempre tiene presente al público, a todo el público; siempre es accesible, comprensible, elocuente.
Su grandeza está en que es consciente de que la música es un todo en el que no caben etiquetas y detrás de una variación de complejas armonías puede aparecer una melodía cantable. En ocasiones dentro de una misma pieza. Y, en todo caso, la música de Valdés siempre tiene presente al público, a todo el público; siempre es accesible, comprensible, elocuente.
La música de Chucho Valdés es
brillante, contundente, y se presenta con un halo de pulcritud y elegancia que
son las señas de identidad de la casa. Revolucionó el jazz latino con su grupo,
Irakere, en el que el jazz, el son, el rock y la música académica se unían sin
complejos y sin solución de continuidad. En su polirritmia, en su sociabilidad,
la música de Chucho Valdés impone siempre una distancia con el oyente y los
guiños cómplices, desde ‘Rhapsody in
blue’ al bolero más callejero, resuena siempre en nuestros oídos como un
eco de algo que nos contaron. La música de Valdés no es cálida, aunque venga
del Caribe, pero sí franca, obvia. El que busque temperamento, que vaya a otra
parte, porque en Valdés es templanza lo que encontrará.
En Sevilla, donde presentó su último disco, ‘Border-free’, incluyó una composición, El Bebo, dedicada a la figura de su padre, recientemente desaparecido. Respaldado por un grupo de superdotados en donde destaca por su juventud la sección rítmica. Dreiser Burruthy Bombalé brilló en los cantos de santería con el acompañamiento del tambor batá, en tanto que la trompeta de Reinaldo Melián ofreció el contrapunto melódico al piano. La carismática Mayra Valdés, después de hacer cantar al público, impuso el sonido scat en su versión de ‘Bésame mucho’.
En Sevilla, donde presentó su último disco, ‘Border-free’, incluyó una composición, El Bebo, dedicada a la figura de su padre, recientemente desaparecido. Respaldado por un grupo de superdotados en donde destaca por su juventud la sección rítmica. Dreiser Burruthy Bombalé brilló en los cantos de santería con el acompañamiento del tambor batá, en tanto que la trompeta de Reinaldo Melián ofreció el contrapunto melódico al piano. La carismática Mayra Valdés, después de hacer cantar al público, impuso el sonido scat en su versión de ‘Bésame mucho’.
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