por Juan Vergillos

PREMIO NACIONAL DE FLAMENCOLOGÍA

Ha publicado novelas, ensayos, libros divulgativos, relatos, poemas y letras de canciones. Ha escrito y dirigido espectáculos de danza y de cante flamenco. Ha dirigido festivales de flamenco y otras artes escénicas. Ha ofrecido conferencias, talleres y espectáculos en teatros, festivales, colegios y universidades de Europa y América. Colabora habitualmente en la prensa generalista y especializada. Dirige el blog Vaivenes Flamencos.







martes, 19 de marzo de 2013

Llover para arriba


Lo que me pasó es que me confundí,
Otra vez.
Intenté cruzar el puente
Otra vez,
El puente que va a tu casa.
Sin recordar
Que ya no vives allí.
Lo que me pasó,
Otra vez,
Es que forcé la situación.
Apreté las tuercas
Quise forzar el río.
Pero el río no puede
Subir la cuesta.
Y por eso,
Tengo que cantar
Esta canción
Otra vez.
Encender una candela
En tu recuerdo,
Prender esta llama
Para apagar este fuego.
El cadáver está ahí,
Entre nosotros,
Y yo no quiero verlo.
Hay un muerto
Que nos separa.
Y es nuestro amor.
Me reconociste,
Me abrazaste.
Y yo tomé por un
‘bienvenido’
Lo que era
Una despedida.
Esa noche soñé
Que íbamos
A un concierto
De Bruce Springsteen.
Que cantábamos juntos
Que te abrazabas
A mi espalda.
Sentía
Tus pequeños senos
Suavemente
Apretados
Sobre mí
Mientras coreábamos
Una canción
Que no entendíamos
Pero que hablaba de nosotros.
Y, cuando desperté,
Te escribí.
Y en tu respuesta
Me hiciste saber
Que nuestro amor
Está muerto.
Que es un cadáver,
Entre nosotros.
Que nos separa.
Y nos une.
Que ya no conduciré
Por la noche.
Que no atravesaré
La niebla del puente
Para buscar tu casa.
Porque ya no vives allí,
Encima de la colina.
Ahora ya no sé dónde vives
Y trato de averiguar,
En la mañana lluviosa,
Dónde vivo yo.
Me equivoqué
Otra tez.
Traté de forzar el río,
Otra vez.
Pero el río no puede
Subir una colina.
Intenté cruzar
El puente,
Otra vez,
Pero tú ya no vives
En la casa de la colina.
De nuevo siento,
Que después del concierto
Conduzco mi coche
A través de la niebla
Paso el puente
Y me cruzo
Con otros coches,
Lentos,
Morosos,
Insufriblemente morosos,
Que me hacen perder el tiempo
El tiempo de estar contigo.
De amarte deprisa.
Porque sé que
Debajo del pantalón
No hay ropa interior.
Así quieres tú,
Deprisa.
Deprisa conduje
Toda la noche.
Deprisa
Entraste en mi cama
Y te fuiste
Deprisa.
Otra vez.
Y lo que más me duele
Es que te fueras
Sin despedirte.
La otra noche
Te encontré.
Tienes el pelo más corto,
Estás más delgada
Y más joven.
Me abrazaste tres veces
Y me vine a casa con tu olor,
Impregnado de ti.
Soñé contigo.
Esa noche soñé
Que estábamos en un
Concierto de Bruce Springsteen.
Que tu cuerpo menudo
Se apretaba contra el mío,
Que me sentía poderoso,
Al fin,
Protegiéndote.
Al día siguiente
Me hiciste saber,
Que no era un abrazo
De bienvenida.
Que era el adiós
Que no me diste entonces,
Hace nueve meses.
Que todo está muerto.
Que hay un cadáver
Entre nosotros.
Que nos une
Que nos separa.
Que ya no volveré
A conducir en la madrugada.
A conducir toda la noche
A buscarte allí donde estés,
Donde tu labor
Te lleve.
Eres una mujer
Resuelta en lunas,
El tuyo
Es un trabajo nocturno
Y el mío
Fue
Conducir toda la noche
Para llegar a ti,
Para hacerte el amor
Después de un concierto
En un sofá
De un hotel.
Soñé que conducía
Toda la noche,
Que te compré unos zapatos,
Que atravesé
El país
para dormir contigo,
Para hacer el amor
Como ayer.
Que los ángeles
De nuestro amor
Me protegían
En la autopista
De la velocidad
Y de la noche.
De los coches suicidadas.
Hay mucha gente desesperada
En la carretera,
Y ahora soy uno de ellos.
Desperté y no volví
A comprarte unos zapatos
De niña.
Los dejaste
Al sol
Y se estropearon.
Desperté
Y me hiciste saber
Que ya no quieres
Ningún regalo
Que lleve mi firma
O mi olor.
Que hay otro
Que te hace
Las cosas que
No te hice yo.
Que sabe
Lo que yo no supe.
Que no se equivoca,
Otra vez,
Al tratar de forzar el río.
Que sabe
Que el agua
Siempre va
Hacia el valle.
Que sabe que tú
No vives más
En aquella casa
De la colina.
Que sabe
El sitio exacto
En el que moras,
El número
De tu nueva casa
De tu nuevo peinado
De tu nueva talla,
De tu nueva edad.
El día exacto
En el que volviste
A nacer.
Y yo
Me he vuelto
A equivocar
cruzando el puente
forzando el río.
Al luchar contra
La corriente.
La corriente nunca
Vuelve.
¿quién ha visto,
Alguna vez,
Llover para arriba?

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