XIV Noches en los Jardines del Real Alcázar.
‘Trazos’. Cante: Rosario la Tremendita. Guitarra: Salvador Gutiérrez. Lugar:
Jardines del Real Alcázar, Sevilla. Fecha: miércoles 14 de agosto. Aforo: Lleno.
La Tremendita ofreció un adelanto de su nuevo disco,
que aparecerá en septiembre, además de alguna cala en su primera obra,
publicada hace tres años. Las nuevas propuestas tomaron formas de cantiñas con
un estribillo pegadizo, muy flamencas, tangos de Triana y dos canciones en las
que la cantaora se acompañó a sí misma a la guitarra: los cantes de Centenil en
solitario, a la forma de su abuela, con giros de tarantas y granaínas, según
indicó, y una brillante composición por tientos, donde hizo la segunda guitarra.
Lo que La Tremendita dejó vislumbrar de
‘Fatum’, el disco que verá la luz en septiembre, nos permite deducir que, como
en ‘A tiempo’, el equilibrio entre la individualidad interpretativa y de
composición y la tradición es completo, porque en el crisol de trianera caben
todo tipo de giros musicales y de letras, tanto de tradiciones flamencas y
preflamencas como de nuevo cuño, merced a su enorme capacidad técnica y a los
brillantes arreglos que, junto a Salvador Gutiérrez, ha realizado. Lo mejor de
la noche fue que el calor de agosto nos deparó sobre la escena una intérprete
relajada y comunicativa. Feliz, en suma, de estar y cantar de nuevo ante su
gente. Su perfeccionismo y buen hacer son de sobras conocidos, sus señas de
identidad. La Tremendita ha rescatado una bellísima malagueña de la discografía
de la Rubia de Málaga como ya hizo en su primer disco con sus deliciosas
guajiras, que también cantó.
La trianera demuestra así que la voluntad de
búsqueda no está reñida con la investigación, conocimiento y disfrute de una
tradición flamenca que algunos se empeñaron en negar durante 100 años. No es la
única tradición flamenca, claro, pero los primeros registros que se hicieron en
el flamenco iban por ese camino de las voces cristalinas y los estilos
brillantes. Eso es lo que hay y La Tremendita lo sabe y lo acoge en su
repertorio con naturalidad y adaptándolo a los nuevos tiempos, demostrando que
a veces la vanguardia no es sino una vuelta desprejuiciada a los orígenes.
Pero, ¡qué difícil, desprendernos de los prejuicios! Gutiérrez estuvo incisivo
y seguro, demostrando una compenetración absoluta con el cante.
Te animo, Juan, a que sigas mi blog, suelo publicar noticias sobre Bambino, al que biografié en 2003. Un cordial saludo. http://santiagonzalezescritor.blogspot.com.es/
ResponderEliminarHola Santiago, conozco tu libro, lo reseñé en el Diario de Sevilla cuando salió, gracias por seguirme. Un saludo
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